Benidorm se pasa a la moda del hormigón impreso

La ‘Manhattan del Mediterráneo’ quiere parecerse a Nueva York en algo más que en su skyline. Quiere hacerlo también en el revestimiento de sus calles. De ahí que el Ayuntamiento de Benidorm haya decidido que a partir de ahora usará hormigón impreso cada vez que tenga que pavimentar aceras o repararlas.

Un material que lleva de moda tiempo y que Benidorm ha descubierto ahora. O al menos ha empezado a usarlo ahora, en las obras de mejora de la franja litoral de La Cala, inauguradas este miércoles por el alcalde, Agustín Navarro, y por la edil de Escena Urbana, Gema Amor.

Ha sido el alcalde quien ha anunciado que Benidorm se pasa al hormigón impreso, siguiendo el camino que décadas atrás iniciaron grandes capitales como la ya mencionada Nueva York o como París, o más recientemente distintas ciudades españolas. Y en esto del hormigón impreso, como en el gas natural o la fibra óptica, la ciudad llega tarde, pero llega.

Navarro ha defendido que este material es “más barato”. De hecho retirar las antiguas losetas del paseo de Vicente Llorca Alós y sustituirlas por hormigón impreso -alrededor de 3.400 metros cuadrados - el precio del hormigón impreso es unos 180.000 euros, mano de obra incluida. Además, es “más fácil de limpiar”, o menos sucio según se mire, lo cual a Benidorm no le viene nada mal, sobre todo en años como el pasado 2014 en el que la ausencia de lluvia ha hecho que algunas calles luzcan poco lustrosas.

Además, emplear este material pondrá fin al revoltijo de colores y al parcheo de baldosas diferentes que se dan en muchas calles de Benidorm, sobre todo en la zona centro, y que son fruto de sucesivas reparaciones. “Siempre tendremos baldosas iguales” cuando haya que reparar una acera “porque se trata de cemento de color”, ha explicado el alcalde respondiendo a las críticas que se han realizado en los últimos días al material y a la tonalidad que se ha elegido para el paseo de La Cala.

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